9. La merienda y el silencio que habla.

Solo es eso...

Es la hora de la merienda... El departamento de policía metropolitana de El Andancio está en  la dulcería de don Miguel. Me han dejado la llave del baño y han cerrado por fuera...
No piensen que aquí se estila el donut bañado en suave chocolate... la moda son las magdalenas de semilla de amapola...
Pánico me da mi nueva declaración, los efectos secundarios de esas delicias son alucinógenos. Desearía hacerle una leve pero concienzuda autopsia a una de esas ricas magdalenas... creo que encontraría algún componente sorprendente.
Y aquí sigo, ya es tarde, esperando a que el sargento Miguel Conrado y sus agentes vuelvan y tomen declaración de lo sucedido durante el día de hoy. ¿Recuerdan?. El vendimiador Totó de Caserta, quiso cobrar un trabajo pasado... y de camino intentó seducir a la señorita Angustias.





Me duele la espalda... el maletero de su maserati no era tan cómodo... ya saben, la belleza es solo eso... belleza.
Es la primera vez en meses que me quedo a solas en un sitio que no sea mi casa y en ella siempre tengo a mis gatos, por cierto, me hacen compañía en estos momentos... duermen.

Desde que llegué al aeropuerto internacional de Las Toscas, entré en la terminal y apareció la enfermera para llevarme directamente a trabajar a mi consulta, no he tenido ni un minuto de respiro, ni una hora para mi... solo en mi casa, el lugar donde donde soy yo: Kevin Mchale sin el doctor delante, con mis neuras, silencios, pensamientos, recuerdos, sensaciones y sobre todo emociones propias.

Mi casa. Rodeada de mi nueva vida.

A ver si me entienden, adoro a los habitantes de El Andancio, me encanta Santa Rita, dudo mucho que vuelva a mi tierra californiana... Pero eso no me exime de necesitar esto... unos minutos para pensar en mi, aunque sea encerrado en una comisaría tomando café del ruin con leche de las cabras del lugar (Hada)... y tras haber sido secuestrado y posteriormente atracado.

Confirmo lo que dije hace tiempo... "la consulta y los pacientes son absolutamente diferentes a todo lo anterior. Todos los días consiguen dejarme callado, me encanta escucharlos. A veces pienso que soy el enfermo y ellos mi cura. Sin duda, lo son. Precisamente, ahí reside mi perfección, son estos enfermos los que han limado mis aristas de chico de ciudad....".

Los andariegos, los isleños... han matizado mi vida, soy otra persona.. el pasado y el motivo por el que he dado a parar con mi enclenque esqueleto aquí se aleja, las heridas se cierran y cicatrizan... cada día tengo menos canas... sin duda me curan.

Año y medio atrás nada tenía sentido, iba sin rumbo, sin ganas de nada... me asfixiaba. Era una veleta... el viento dictaba todo...

Tomé una decisión, escribí la carta de renuncia del prestigioso hospital donde trabajaba como cirujano cardiovascular... ni tan siquiera la entregué en mano. La puse en el buzón del director y me fui a casa. Preparé dos maletas... ropa de verano pero eso si, elegante, ya me conocen... camisas, trajes... sombreros de verano (Tocci, Sparientes, Diosteguarde), tenía claro que me iba, no sabía a donde, pero si que necesita un lugar cálido. Un cambio, solo eso, un cambio.

Me dirigí al aeropuerto internacional de mi ciudad... mire el panel de salidas y pensé en jugar a la ruleta soviética con mi destino, sonreí. Tomé un vuelo a Atlanta... otro a New York..., Estocolmo, Roma, Tel Aviv, Nicosia, El Hierro, Casablanca,  Funchal... y allí paré unos días. No estaba fatigado... disfrutaba de cada lugar aunque apenas salía de los aeropuertos.

La partida desde San Francisco

Tras dormir en una pensión humilde, pero en la que te trataban como si fueras parte de su familia, bajé por las escaleras... diluviaba. Paula, la dueña de este lugar me dio un paraguas negro enorme... y me sonrió y agradeció mi estancia allí. Por unos momentos pensé que ese era el lugar...

Pero sucedió algo, caminé por la plaza hacia el quiosco de prensa, necesitaba situarme en el mundo... me gusta saber como como iba todo y donde vivo.

Busqué algo en inglés, español o francés...y me encontré con el Four Corners' Santa Rita's Journal... Me llamó la atención que sus noticias estaban en mi idioma y en español...

Jardim de Carreira

En una terraza estudié hasta la extenuación el periódico... era de una isla subtropical, me reí mucho leyendo las noticias..., los portugueses me miraban como si estuviera ido, ahora entiendo que lo que leí era todo cierto.

Ojeando los anuncios por palabras vi una oferta de empleo... "Se necesita médico de familia para el pueblo de El Andancio, condiciones adecuadas al lugar, con casa y enfermera...".
No lo pensé, llamé... Me dieron la plaza, llevaban tres semanas sin médico.... ¿has estado en el aeropuerto de Funchal? ¿no? Da vértigo, y tomé un avión de hélices... hacia Santa Rita.

Aquí estoy, no me muevo, no me apetece salir de este lugar. Encerrado con mis gatos Clotilde y Martín en la comisaría... pero no preso. Insisto sus habitantes me han curado...



Un día me levanté de la cama en mi país, y sentí que no tenía nada, solo trabajo y dinero. Mis padres fallecidos, el resto de mi familia seguía en el Ulster, apenas amigos, los días transcurrían entre operación y operación sin sentir..., ¿mi mujer? Hubo un momento en que me di cuenta que tenía que dejarla ir, dejar de mendigar amor, ella me quería, ella sentía como nadie ha sentido por mi, pero no era suficiente.. algo se había roto, las circunstancias eran otras... decidí ser yo el que se apartará y dejarla volver a su vida...

Aún miro el teléfono que dejó Mr Skype en la consulta y espero que suene...

¿Sabían que John Wayne nació donde se rodó la famosa película Los Puentes de Madison? ¿No? Pues es de Winterset, Iowa... Casualmente hice turismo en ese estado... miren, miren... (crochetingclub: john wayne the duke)

Llegando a Winterset, Iowa

Carreteras de Winterset

Roseman Bridge

Winterset City

John Wayne dr

Casa donde nació John Wayne

Creo que ya viene el sargento y sus agentes... Esperen que miro por la ventana... Si ya vienen, creo que han repetido magdalenas de semilla de amapola... porque vienen bailando la conga de Jalisco...

Antes de que entre la conga, la mejor decisión de mi vida ha sido esta. No me habrían secuestrado, no me hubiera bañado desnudo en la playa Hreint Sal con decenas de miles personas, no habría aprendido enfermedades nuevas (ignorantitis quien imaginaba que eso era una enfermedad), no hubiera visto las estrellas desde mi duraznero, ni sentido los olores, sabores y colores de la isla. Lo sé... lo reconozco... necesito a estas gentes... a mis octogenarias, a mi amigos de la tasca, a la señorita Angustias....

                                         Todos tenemos una, la tengo.


Y gira y gira y la vida sigue... a veces de manera suave y lenta, en ocasiones se para... y otras no se puede frenar... acelerar y volver a ralentizar...

Si quieren saber algo más sobre el doctor... Kevin Mchale
El primer día en El Andancio... La consulta.
De como una noche tranquila se termina... Benigna!!!
Nuevas enfermedades... Ignorantitis
¿Saben cómo nos jugamos la vendimia y la misa de los domingos?... El honor de El Andancio
Los orígenes de nuestra isla... "mariposa... ya está aquí"
La antigua oficina de correos y telégrafos... Telegramas cruzados
Let's be careful out there... Mi secuestro